sábado, 28 de julio de 2007

Torre Cajasol



Este es el proyecto escogido para albergar la sede de Cajasol. La torre ha sido diseñada por el arquitecto Cesar Pelli, autor, además de las torres Petronas en Kuala Lumpur. De esta forma, Sevilla contará con un edificio singular de grandes dimensiones enclavado en la Isla de la Cartuja.
En tres años, todo el área contigua al Pabellón de la Navegación olvidará el abandono al que ha estado sometida en los últimos años -la imagen que presentan los terrenos que fueron de la Expo es desoladora- para someterse al trasiego de maquinaria pesada. Hasta finales de 2010, alrededor de un millar de trabajadores habrá participado en la construcción de la torre que marcará la nueva línea de cielo de Sevilla. En «unos días» comenzarán las obras de movimiento de tierra y apantallamiento que serán adjudicadas la próxima semana por los promotores y que se desarrollarán durante el primer año.

En 2009 podremos contemplar la estructura de la torre y al año siguiente su recubrimiento. El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, confía en que pueda inaugurarse a finales de 2010. La sede central de la caja única sevillana ocupará entonces un 30% de la superficie destinada a oficinas con un millar de trabajadores, una cuarta parte del total de personas que diariamente tendrán en la torre de César Pelli su lugar de trabajo.

Un año y medio antes de su apertura, Cajasol, como promotora de Puerto Triana, comenzará la comercialización del 70% restante de los 46.550 metros cuadrados de oficina que tendrá el emblemático edificio. Un plan de comercialización que en sus peores previsiones calcula su total ocupación en el año 2013.

Con cuatro mil personas trabajando en su interior y un millón de visitas anuales previstas, no extraña que los promotores hayan encargado a una multinacional del sector un estudio sobre funcionamiento, mantenimiento y exigencia de servicios de la torre Cajasol. Con independencia de lo que aporte el estudio de arquitectura de César Pelli, se quiere conocer cómo funciona un rascacielos, cómo han de coordinarse para asegurar que las salidas y entradas del personal que trabaja en esas oficinas se hace de forma escalonada, cómo controlar los accesos a las 3.000 plazas de aparcamiento del complejo, los servicios que demandarán y cómo ha de planificarse el mantenimiento de todo el complejo, con casi 70.000 metros cuadrados construidos, incluida la gran zona comercial a los pies de la torre.

No se conocen muchos cambios con respecto al anteproyecto con el que el argentino César Pelli se alzó con el concurso de ideas para la torre de Puerto Triana. El proyecto básico se presentará a primeros de octubre ante la Gerencia de Urbanismo, que ha otorgado permisos especiales para iniciar el movimiento de tierras en la parcela a la espera de la aprobación y publicación en el BOP del Plan especial urbanístico para Puerto Triana.

La torre tendrá en su base un espacio destinado a auditorio o salón de usos múltiples con capacidad para un millar de plazas y, como se preveía, contará con un restaurante panorámico bajo la cubierta de cristal que marcará la cota de altura del rascacielos. Además, el presidente de Cajasol avanzó la incorporación de un centro deportivo con spa con capacidad para cinco mil socios.

Hipotecada

En lo que se refiere al plan financiero del proyecto, cabe destacar que Cajasol sólo afrontará de forma directa entre un 20 y un 30 por ciento de la inversión final, prevista en 265 millones de euros, ya que el 70 u 80% restante lo financiará mediante una hipoteca negociada con otras entidades. La paradoja se explica en la búsqueda de la mayor «rigurosidad» en los costes del proyecto, explicó Pulido. Se trata de cerrar el coste total para evitar desvíos en el presupuesto, algo propio en una obra de estas características. La entrada de otras entidades financieras en la operación -por ahora no se ha negociado, aunque podrían ser otras cajas andaluzas- quiere ratificar el criterio de austeridad que marca Cajasol ante el macroproyecto inmobiliario. Pulido rechazó que la entidad tenga en mente la venta directa en bloque a algún grupo inmobiliario de los espacios de la torre que que no ocupará Cajasol.

La austeridad, una palabra que parece impropia de un proyecto urbanístico multimillonario que tiene como emblema un rascacielos, ha sido una de las preocupaciones de los promotores. Este aspecto, junto a la seguridad, fueron determinantes en la resolución del concurso que otorgó el proyecto al estudio del autor de las torres Pretonas de Kuala Lumpur. El diseño de Pelli, de planta elíptica «delgada, estilizada y elegante», según definición de su autor, era a priori el menos arriesgado, menos que el proyecto del estudio Arquitectónica del peruano Bernardo Fort-Brescia, con aquella pared vertical de más de 210 metros de altura que quedó finalista.

Después de una década de polémica, Puerto Triana a visto colocada su primera piedra, aunque ya poco o nada recuerda a Puerto Triana, si acaso el espacio y el nombre de la sociedad promotora que tantos avatares ha sufrido. Ya, al sur de la Cartuja, todo es «Torre Cajasol».

1 comentario:

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