
Lola es blanca paloma, querubina de papa, de mama, de todos los que la quieren vamos...
Lola no ronca, ella deja el motor en ralentí y sólo la abuela Julia puede dormir con ella. (curiosa sinfonía la que producen las dos).
A Lola le gusta jugar con su "peotita", pero cuando la pelota es pequeña y hace ruidillos al apretarla ya no quiere jugar con ella, entonces la adopta, hiperventila y le sale leche de las tetas. Lola, como todos los perros tiene una tara mental de fábrica, la suya es quedarse todo el día debajo de la mesa con el calefactor puesto y cuando sale parece que se ha fumado un porro de como tiene los ojillos.
Pero a lo que vamos, Lola no es una perra, es una niña y cuando le baja la regla se le ponen bragas negras como las de Brigitte Bardot.

Ella es un lindo liron, un perezoso que guiña el ojo derecho cuando tiene sueño, que vida dios mío, cuantas horas de sofa... A Lola solo le falta saber jugar a la play para ser del todo feliz.

Cuando ladra no dice "Guau", dice "Aba", ¿no es cachonda?
Bueno, Lola es una de las dos perras de mis suegros, además está Erika (también llamada Chica por la abuela), el Loro curro que canta Chihuahua, baila sevillanas y te dice "tonto tú", pero de estos otros ya hablaré otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario